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09/05/2025Familias y sus vicisitudes: entre vínculos, cambios y desafíos
29/05/2025El aislamiento en la adolescencia es una conducta que preocupa a muchas familias. De pronto, aquellx niñx comunicativo y curioso comienza a encerrarse en su habitación, a contestar con monosílabos o a pasar largas horas conectado/a a una pantalla, sin muchas ganas de hablar.
¿Qué está pasando?
¿Es normal o hay algo más profundo que atender?
🌱 El silencio como parte del crecimiento
La adolescencia implica un proceso de separación e individuación. En otras palabras, lxs adolescentes necesitan construir un yo propio, que no sea un reflejo exacto de las figuras adultas que les rodean.
Este proceso puede incluir momentos de introspección, reserva emocional o necesidad de soledad.
➡️ Aislarse a veces no es un problema, sino una forma de procesar internamente todo lo que están viviendo.
⚠️ ¿Cuándo preocuparse?
Si bien es esperable que haya momentos de mayor retraimiento, es importante estar atentos cuando el aislamiento:
Es persistente y se intensifica con el tiempo.
Viene acompañado de cambios bruscos de humor o estado de ánimo bajo.
Se manifiesta con irritabilidad constante, apatía o descuido de los vínculos.
Afecta el rendimiento escolar, el descanso o los hábitos alimenticios.
Se asocia a mensajes de desesperanza, rechazo hacia uno mismo/a o comentarios sobre no querer vivir.
Ante estas señales, no hay que minimizar lo que sucede. Tampoco presionar. Es momento de abrir una conversación con escucha atenta y buscar acompañamiento profesional.
💬 ¿Por qué no hablan?
Lxs adolescentes pueden no hablar por muchas razones:
Miedo al juicio o a decepcionar.
Sensación de no ser comprendidos.
Emociones intensas que no saben cómo nombrar.
Falta de modelos adultos que escuchen sin apurar respuestas.
El silencio puede ser una forma de defensa, pero también un pedido de ayuda camuflado. Acompañar implica estar disponibles, no invadir.
🧠 El rol de la terapia
La terapia ofrece un espacio neutral, sin juicios, sin exigencias. Allí pueden expresar lo que sienten, incluso cuando no encuentran palabras.
Para muchxs adolescentes, este espacio puede ser el primer lugar donde se sienten realmente escuchadxs, y eso puede marcar una gran diferencia en su bienestar emocional.