🏳️🌈 Salir del clóset cada día: deseo, identidad y subjetividad en una cultura que norma
08/09/2025En la consulta sexológica, una de las frases más comunes es: “no tengo ganas, y no sé por qué”.
El deseo sexual no desaparece de la nada. A veces se esconde, se transforma, o se ve atravesado por fuerzas internas que no siempre son conscientes.
Lo que suele quedar en la sombra
🔹 El deseo reprimido
No siempre dejamos salir lo que realmente queremos. Muchas veces el miedo a ser juzgados, la vergüenza o los mandatos culturales nos hacen acallar aquello que podría dar vitalidad al encuentro.
🔹 El peso de lo no dicho en la pareja
Conflictos, enojos o distancias emocionales que no se expresan pueden transformarse en silencios también en la cama.
🔹 La historia personal
Experiencias pasadas, modelos familiares o mensajes recibidos sobre el sexo pueden condicionar, incluso sin que lo sepamos, la manera en que hoy nos vinculamos con el deseo.
🔹 La rutina como defensa
Muchas veces, la repetición y lo previsible son una forma inconsciente de evitar la incertidumbre que trae la intimidad genuina.
El síntoma como mensaje
La falta de deseo no siempre es un problema en sí misma, sino un síntoma que habla de algo más profundo: de cómo nos relacionamos con nuestro cuerpo, con el placer, con el otro y con nuestras propias fantasías.
El camino en terapia
La sexología clínica, con un enfoque que atiende lo consciente y lo inconsciente, permite:
- Nombrar aquello que nunca se dijo.
- Explorar el lugar de las fantasías y los miedos.
- Diferenciar entre lo que queremos y lo que creemos que “deberíamos” querer.
- Redescubrir un deseo propio, auténtico, libre de mandatos.